20 años después
Estuve en Gijón en el primer concierto de El gusto es nuestro, veinte años después he vuelto a presenciar el inicio de la gira de estos cuatro amigos.
Al igual que entonces, Hoy puede ser un gran día sirvió para la presentación. Después fueron desfilando de uno en uno, algunas veces en dúo, interpretando sus grandes éxitos.
Aunque, según el tango, veinte años no es nada, se nota que han pasado. Miguel Ríos levantó al público de sus asientos y les hizo bailar a ritmo de rock; pero se olvidó de la letra de una canción que compartía con Víctor Manuel.
Joan Manuel Serrat estuvo muy gracioso, contó chistes e incluso se atrevió a cantar en inglés al estilo crooner, pero no estaba en su mejor momento de voz.
Víctor Manuel sigue con la fuerza que demostró en sus conciertos 50 años no es nada. Vigorosa voz, algunos de sus seguidores ondeaban una pancarta con piropo hacia el de Mieres. Emocionó a la gran mayoría con su Asturias.
Ana Belén es Ana, elegante con su traje rojo, aunque marcaba su extrema delgadez, y más aún con su vestido de la última parte. Hizo lo que mejor sabe hacer, interpretó cada uno de sus temas.
Lo mejor fue cuando los cuatro compartieron el escenario y cantaron Nada sabe tan dulce como su boca, El blues del autobús, Quiero abrazarte tanto, A esos locos bajitos o el Himno a la alegría, que parecía que ponía el punto final al concierto. Pero volvieron, cada uno se arrancó con una canción regalada, temas que no eran suyos. Continuaron compartiendo entre ellos sus grandes éxitos: Vuelvo a Granada, Solo le pido a Dios, Ay Amor o Tu nombre me sabe a Hierba.
Después de tres horas consiguieron levantar a los asistentes para que canturrearan La Puerta de Alcalá, supongo que el cercano monumento se enteró que los cuatro compañeros habían vuelto.