La Muerte en huelga

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Cuando el emperador de la Atlántida declara la guerra total, la muerte decide dejar de hacer su trabajo. Le han usurpado su oficio. Qué pena que no ocurra en los conflictos actuales, que solamente sea un argumento creado por Peter Kien para El Emperador de la Atlántida o la abdicación de la muerte con música de Viktor Ullman. La ópera que se representa en el teatro Real de Madrid.

La obra fue concebida en el campo de concentración de Terezín, un lugar que habían preparado los nazis para convencer al mundo del inmejorable trato que les daban a los judíos. Allí recluyeron a intelectuales que siguieron activos, a pesar del hambre, las malas condiciones de vida o el peligro constante de ser trasladados.

Los autores pensaron estrenar su composición en el lugar donde fue concebida, no fue posible, los responsables se percataron que era una farsa sobre Hitler. Cuando fueron deportados a Auschwitz, algunas de sus composiciones y escritos quedaron en Terezín, entre ellos El emperador de la Atlántida. Tuvieron que pasar varias vicisitudes hasta que por fin llegó al Theater Bellevue de Ámsterdam el 16 de diciembre de 1975.


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Hasta ahora se había representado como una ópera de cámara, sin embargo, el montaje que ofrece el teatro Real en coproducción con La Maestranza de Sevilla y el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, es un estreno absoluto de la revisión ampliada para gran orquesta por Pedro Halffter, quien se encarga de la dirección musical.

El emperador de la Atlántida se presenta con un prologo que consta de tres partes con música de Viktor Ullman. La primera El canto de amor y muerte del corneta Christoph Rilke, texto de Rainer Maria Rilke, traducido por Jesús Munárriz, un monologo recitado por la actriz Blanca Portillo. La segunda y la tercera Adagio in Memorian Ana Frank y Pequeña obertura para El emperador de la Atlántida están basadas en movimientos de la Sonata para piano nº 7 con orquestaciones de Pedro Halffter.

La dirección de escena corresponde al argentino Gustavo Tambascio, un profesional que tan pronto monta una ópera, como un musical o un clásico y lo puede hacer en una pequeña sala o en un gran teatro.

Merecen una mención especial las bailarinas Cristina Arias y Carmen Agudo, sus actuaciones  sirven de contrapunto a la historia.

El Emperador de la Atlántida o la abdicación de la muerte en el teatro Real de Madrid hasta el 18 de junio. Funciones a las 20:00h, los domingos a las 18:00h.

Fotos: Teatro Real

 

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