Mi vida en canciones de Víctor Manuel

Puedo afirmar como decía Diego Galán sobre Jack Lemmon, Víctor Manuel nunca estuvo aquí.

Coincidiendo con el 75 aniversario de su nacimiento Víctor Manuel acaba de publicar una recopilación de sus canciones, tres cds y un libro que recorren su trayectoria desde sus primeros éxitos de finales de los sesenta hasta el 2022.

Puedo contar mi historia a través de los discos del cantautor, algunos personas decián que nos parecíamos, que representábamos al típico asturiano. Tenemos más cosas en común, los dos nacimos en las cuencas mineras, él en la del Caudal, yo en la del Nalón, ambos tenemos un abuelo fusilado y enterrado en la fosa común del cementerio de Oviedo. Durante años estuve intentando entrevistarlo, cada vez que sacaba disco o presentaba libro solicitaba una entrevista, pero nunca lo he conseguido por eso puedo afirmar, como decía Diego Galán sobre Jack Lemmon, Víctor Manuel nunca estuvo aquí.

La selección de las canciones que aparecen en el recopilatorio ha sido compilada por el autor quien ha realizado una mezcla entre clásicos imprescindibles y temas menos populares que como bien dice con un buen envoltorio pueden tener una segunda oportunidad. La tarea ha debido de ser complicada porque el trabajo de Víctor está lleno de composiciones maravillosas, algunas de ellas poco conocidas. Entre mis favoritas de las desconocidas se encuentra El amor oscuro, creo que nunca se la oí cantar en directo.

Aunque parezca que mi relación con el de Mieres ha sido de desencuentros, no es así, a lo largo de los años he coincido en diferentes momentos , ya sea en conciertos o por casualidad. La primera vez que me encontré con Víctor fue en la sala de fiestas Somio de Barros (Langreo), él estaba en plena gira de El abuelo Vítor, iba con mi familia, estábamos en una multitud de fans esperando que saliera el cantante, entonces su padre me vio y me llevó al camerino, estaba muy nervioso, creo que no dije nada más que mi nombre, él muy amable me regaló una foto dedicada.

Mientras rodaba junto a Ana Belén su segunda película Al diablo con amor, un musical que se adelantó a su tiempo, coincidimos en Botas, la desaparecida tienda de Oviedo. En la selección no ha incluido ningún tema de la película, pero de esta época es Canción para Pilar, un canto de amor a su pareja Pilar Cuesta, aunque todos la conocemos como Ana Belén.

La censura le prohibía casi todas sus canciones, así que en 1973 decidió sacar Verde, un disco con canciones tradicionales asturianas, algunos de esos temas sonarán en el WiZink Center donde actuará el 21 de diciembre acompañado con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el coro de la Fundación Princesa de Asturias. En aquellos momentos ayudaba en la tienda de discos Eusebio que se encontraba en los siete pisos de Sama, solía cambiar el escaparate y por supuesto nada más que llegó el vinilo lo coloqué en un lugar privilegiado.

Cantaba ¡Ay, qué risa! tía Felisa, se te nota que no «ties» ninguna prisa y le multaban. Era una época de militancia, tuvo la suerte de ver a Ana Belén y Víctor Manuel en varios conciertos libertarios del PCE , en Laviana (Asturias) y la Casa de Campo (Madrid). En su repertorio no podía faltar La muralla, un momento de conexión total con los asistentes enlazadas sus manos y coreando el abre o cierra.

Baila, baila, bailarina, en 1982 estaba en Palma de Mallorca, haciendo el servicio militar, Ana y Víctor actuaban en la ciudad, me escapé una noche del cuartel para ir al concierto. Al final del espectáculo, me colé en los camerinos y estuve hablando con Ana, fue muy amable, Víctor estuvo más frío, supongo que estaban cansados. La cantante me dio un beso para despedirse, creo que estuve varios días si lavarme la cara.

Hubo más conciertos de los ochenta. Estuve en Madrid cuando grabaron Víctor y Ana en vivo. En el estadio del Molinón de Gijón cuando oí por primera vez en directo La madre. En el polideportivo de Ribadesella en una gira por nuestra tierra donde cantaba canciones de siempre con nuevos arreglos, un evento muy especial para mí, fue el primer concierto del cantautor que compartí con la que por un tiempo de cerezas fue mi compañera.

Contamíname pero no con el humo que asfixia el aire, estuve horas haciendo cola para estar en primera fila en las dos funciones de Mucho más que dos. Acreditado como prensa asistí en Gijón y Madrid a la gira de El gusto es nuestro, en la ciudad asturiana estuve al lado de un niña que es la protagonista de Nada nuevo bajo el sol.

Coincidí en la presentación en Círculo de Bellas Artes del homenaje a Pablo Neruda que formaba parte de los espectáculos de Barcelona Forum de las Culturas. Aproveché para hablarle y pedirle una entrevista, me dio el teléfono de su oficina para que llamara y la concertara, no la conseguí, pero me mandaron el disco que acaba de sacar. Me volvieron a prometer otra entrevista por la gira de Vivir para cantarlo, pero al final me dejaron sin el encuentro y sin entradas. No pude llegar a la presentación a la prensa de 50 años no es nada, al menos asistí a los conciertos de Oviedo.

La última vez que me encontré con Víctor Manuel fue en el Teatro Reina Victoria de Madrid, asistimos a la representación de Una gata sobre un tejado de zinc caliente. Estuvo sentando en la misma fila, solamente nos separaba una butaca, no me atreví a molestarlo, una pena porque en aquellos momentos estaba preparando para Radio 5 un programa sobre sobre su musical Ravos, nunca llegué a terminarlo por falta de datos.

Este 21 de diciembre tal vez vaya a WiZink Center a escuchar a Víctor Manuel, la Orquesta Sinfónica de Asturias y el coro de la Fundación Princesa de Asturias para pensar que buena entrevista le haría al artista.